Macchiato: es un café clásico de la cultura italiana. Se trata de un expreso servido con 1 o 2 cucharaditas de espuma de leche caliente. La palabra macchiato significa “manchado” y hace referencia a la marca de leche sobre la superficie del café, lo cual permite agregar un poco de sabor y contrarrestar la acidez del café. No pierdas la oportunidad de probarlo y acompañarlo de un croissant con almendra y mermelada
Mimosa: su origen se remonta a 1920 aproximadamente. El Buck’s Bar de Londres fue el primero en servirla y, más tarde, el bar del Ritz de París. Lo característico de esta bebida es el jugo de naranja y el champagne o bien el vino espumoso. El nombre se inspira al color de las flores de mimosa, populares en el sur de Francia, además de ser una bebida ideal para un brunch, así que no olvides realizar una bruschetta de salmón ahumado para disfrutar.
Bellini: se creó 1948 en Italia. El barman del Harry’s Bar en Venecia, Giuseppe Cipriani, bautizó esta bebida en honor a Giovanni Bellini, un pintor del Renacimiento, pues mencionaba que le recordaba a Cipriani por la paleta de color cálida y tenue. Esta bebida se crea con vino espumoso (prosecco) aunque también puede usarse champán o cava y jugo de melocotón. Es muy suave y no contiene mucho alcohol.
Bloody Mary: originalmente era llamado Red Snapper, tiene varias versiones de cómo se creó, una de las más populares es la de 1931 que cuenta que en el bar Harry’s New York Bar de París, el barman Fernand Petiot, creó esta bebida mezclando vodka y jugo de tomate.
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